Las texanas dejaron de ser una tendencia pasajera para convertirse en un básico de estilo. Nacieron como un calzado funcional, pensado para resistir el polvo y el movimiento, pero con los años se transformaron en un símbolo de personalidad, actitud y libertad.
Hoy, las vemos en pasarelas, looks de calle y outfits diarios. Se adaptan a todas las temporadas: con vestidos en verano, con jeans o minis en otoño, y con abrigos o sweaters en invierno. Son versátiles, cómodas y elevan cualquier look sin esfuerzo.
Tener unas texanas en tu armario es tener ese comodín que siempre te salva: te da un toque canchero, moderno y con mucha identidad. Porque no hay nada más auténtico que unas buenas botas que hablen por vos.
✨ Las texanas no se usan, se viven.
Y si todavía no tenés las tuyas… es momento de sumar ese clásico que nunca pasa de moda.
